La capital mexicana, una de las urbes más pobladas del mundo, perdió uno de sus símbolos urbanos del siglo XX con la demolición del Toreo de Cuatro Caminos, catedral del espectáculo y el deporte que acogió faenas de "Manolete" y el último combate del luchador "El Santo".
Cubierto por un domo blanco, el edificio nació en 1947 en el Distrito Federal para ser una plaza de toros y ha sido por décadas una referencia inequívoca de ubicación geográfica de los límites de la capital mexicana con parte de su zona metropolitana.
Decenas de trabajadores comenzaron el jueves pasado el desmantelamiento de su domo de metal y a derruir sus muros para dar paso a una moderna estructura comercial, de acuerdo con los proyectos de sus nuevos propietarios.
Cuando fue construido en 1947, el coloso de Cuatro Caminos quedaba en la frontera de la capital mexicana y el colindante Estado de México en una zona que se pobló con urbanizaciones que lo usaban como referencia, con
el clásico "está a cinco o a diez minutos en vehículo" del Toreo.
Nació para la fiesta brava y al paso de los años se consolidó como sede para la lucha libre, el boxeo y actuaciones de grupos musicales, así como símbolo del México urbano.
Su origen está en la vieja plaza de El Toreo de la Condesa, que funcionó entre 1907 y 1946 en un céntrico barrio capitalino que actualmente es una de las áreas favoritas para los residentes extranjeros.
Cuando aquel recinto fue demolido, el acero, las sillas, los corrales y todo lo que se pudo fue reutilizado para levantar el Toreo de Cuatro Caminos.
El coloso fue abierto el 23 de noviembre de 1947 con un cartel en el que estaban los matadores mexicanos Lorenzo Garza, Luis Castro "El Soldado" con la alternativa de Jorge Medina, tres históricos del toreo en el país.
Por su arena pasaron los toreros más importantes de España en aquella época como Antonio Fuentes y Antonio Montes, quien murió en este ruedo a consecuencia de una cornada que le infirió el toro "Matajaca", de Tepeyahualco.
También se presentaron allí Juan Belmonte, Manuel Jiménez "Chicuelo", Joaquín Rodríguez "Cagancho", Francisco Vega de los Reyes "Gitanillo" de Triana y la figura inmortal de Manuel Rodríguez "Manolete".
La flor y nata de la torería mexicana, sobre todo en su época de oro, con nombres como Rodolfo Gaona, Fermín Espinosa "Armillita", Lorenzo Garza, Jesús Solórzano, Alberto Balderas, Luis Castro "El Soldado", Silverio Pérez,
Carlos Arruza y Luis Procuna, llenó los cárteles de la plaza.
Los aficionados recuerdan corridas y faenas de la más pura esencia taurina como las de ases españoles de la talla de Paco Camino y Manuel Díaz "El Cordobés".
Con el devenir de los años, este coso comenzó a albergar peleas de título mundial de boxeo, de lucha libre y de espectáculos musicales, además de restaurantes que hoy buscan una nueva ubicación ante la inminencia de su
demolición.
La arena le dejó paso al cuadrilátero para la presentación de grandes campeones mexicanos como Vicente Saldívar, que derrotó al cubano Ultiminio Ramos, de Efrén "Alacrán" Torres o de Julio César Chávez.
En este escenario dijo adiós a la actividad profesional el histórico luchador mexicano "El Santo", alias "El enmascarado de Plata", quien por sí mismo es toda una referencia iconoclasta de la cultura mexicana.
Grandes figuras de la canción local como Los Tigres del Norte o Antonio Aguilar con sus caballos hicieron también las delicias del público en el Toreo.
El escenario fue utilizado asimismo para la contienda política y estaba en la agenda del presidente Felipe Calderón, que lo utilizó en un mitin de su campaña electoral.
Precisamente su fuerza política, el Partido Acción Nacional (PAN), fue el último en utilizarlo el pasado 6 de julio al reunir en un mitin a 13.000 militantes.
Aunque la plaza de toros El Toreo de Cuatro Caminos es todo un emblema del toreo de México, también es cierto que muchas veces ha sido catedral del boxeo azteca, es por eso que ha causado cierta inquietud la noticia de
que el inmueble de Naucalpan de Juárez puede desaparecer.
Ayer se informó que la familia Bernal, propietaria de ese coso taurino en donde también se ha dado lucha libre, ha recibido una jugosa oferta de una corporación para vender la plaza taurina, para ser derribada por los
que serían los nuevos dueños, y convertirla en un centro comercial.
De caer bajo la piqueta esta plaza, con ella se irían grandes historias del boxeo mexicano.
El Toreo fue construido originalmente en la ya antigua colonia de La Condesa, en los terrenos que ahora ocupa en las calles de Durango El Palacio de Hierro. El Toreo fue demolido y piedra por piedra se trasladó a
Cuatro Caminos, en donde se reconstruyó.
De la época en la que El Toreo estuvo en La Condesa, todavía se recuerda aquel encuentro que Ike Williams le ganó a Juan Zurita, para arrebatarle el campeonato mundial ligero, en abril de 1945, cuando en Europa agonizaba
la Alemania Nazi.
Ya en Cuatro Caminos hubo decenas de grandes peleas. Se recuerda aquel 26 de septiembre de 1964, cuando Vicente Saldívar se proclamó campeón mundial pluma al destronar por nocaut en once asaltos a Ultiminio Ramos.
Saldívar peleó ahí también contra el japonés Mitsunori Seki en dos memorables combates. El Toreo fue escenario de la pelea más salvaje que se ha visto en México, cuando en 1967 Efrén "Alacrán" Torres cayó ante
el tailandés Chartchai Chionoi en una orgía de sangre y de golpes por el cetro mundial mosca. En 1968 en la revancha, Torres se coronó ante
Chionoi en el mismo Toreo. También fue escenario de grandes peleas de
Raúl "Ratón" Macías.
Esas han sido unas cuantas de decenas de grandes combates celebrados en una plaza taurina que parece está cerca de desaparecer.
El Toreo ocupo un predio de 30 mil metros cuadrados.
La demolición del Toreo de Cuatro Caminos no sólo se llevo toneladas de acero, sino grandes recuerdos deportivos que jamás se podrán olvidar.
El Santo se retiró en el Toreo
Cuando la extinta UWA tomo al Toreo de Cuatro Caminos como su casa a finales de los años 70, el coloso vivió momentos mágicos y sobre todo la despedida de una de las grandes leyendas el pancracio mexicano; el
Santo.
La primera función de lucha libre en el recinto fue el 23 de octubre de 1977, con la lucha estelar entre El Solitario y René Guajardo.
Pero el momento cumbre fue cuando el Santo se retiró de los cuadriláteros el 12 de septiembre de 1982, en tercia con el Huracán Ramírez y El Solitario.
Otros luchadores de gran importancia como "Perro" Aguayo, Canek Villano III, Negro Casas, Pirata Morgan, Cibernético, La Parka, Hijo del Santo y algunos de talla internacional como Hulk Hogan, Gran Hamada y Chris Adams; también pisaron el escenario de Naucalpan.
momentos.